Facultad de Ciencias de la Comunicación y de la Educación

Licenciatura en Periodismo

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1. Introducción


Adivina adivinanza,
qué quieren decir la fuente,
el cantarillo y el agua.
Antonio Machado, “Proverbios y Cantares”

La información periodística permite a los individuos conocerse y conocer su entorno, organi­zar su vida en el ámbito privado y participar en la vida pública. La sociedad accede a la masa de información que refiere a acontecimientos de la realidad especialmen­te a través de los medios de comunicación, que seleccio­nan los acontecimientos noticiables y los hacen noticia[1]. No sólo eso. Como sostiene Eliseo Verón[2], los acontecimientos sociales no son objetos que se encuentran ya hechos en alguna parte en la realidad, y cuyas propiedades y avatares nos son dados a conocer de inmediato por los medios con mayor o menor fidelidad; sino que sólo existen en la medida en que los medios los elaboran; y la manera de elaborar los acontecimientos nunca es igual entre un medio y otro.
Desde el proceso de selección de los hechos que serán noticia y hasta el momento de su publicación entran en juego una serie de factores que van delimitando no sólo lo que se dice sino el modo en el que se dice. El periodismo establece así los criterios para la construcción de lo cotidiano logrando moldear una para-realidad, o una ilusión de lo real, que a medida que se toma como única y cierta empieza a percibirse ya no como algo creado sino como lo previo, lo existente en sí mismo, y se genera así una situación en la que el periodismo alienta una inequidad cognitiva al privilegiar una percepción por sobre otra[3].

Detectar el modo en que se manifiestan las percepciones que tienen de los hechos quienes elaboran el discurso informativo es el motivo conductor de esta tesina. Mediante el análisis de las noticias, este trabajo intenta demostrar las diferencias en la construcción de esa para-realidad entre un medio gráfico de Gualeguaychú y uno de Fray Bentos en relación al conflicto surgido entre Argentina y Uruguay tras la instalación de fábricas de pasta de celulosa en el río Uruguay.
Para la realización de esta tesina se considera, en primer lugar, que lo social puede ser objeto de conocimiento científico y, en segundo lugar, que “la interpretación que recibe la representación de determinado fenómeno, tal como se materializa en determinado discurso social, constituye la información de base para una investigación en ciencias sociales”[4].


[1] Martini, Stella. Periodismo, noticia y noticiabilidad. Grupo editorial Norma. Buenos Aires, 2000. p. 18.
[2] Verón, Eliseo. Construir el acontecimiento. Gedisa. Barcelona 1995. Citado por: Cisneros José. El concepto de la comunicación: el cristal con que se mira. Ámbitos, 2do semestre 2001-1er semestre 2002, nº 7-8, Universidad de Sevilla, España. http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/168/16800803.pdf
[3] Ulanovsky Sack, Daniel. La construcción de la noticia: en busca de la equidad perdida. Sitio Web del Centro de estudios avanzados de Periodismo Narrativo: www.delaspalabras.com 
[4] Magariños de Morentin, Juan. Esbozo semiótico para una metodología de base en ciencias sociales. www.magarinos.com.ar/esbozo_semiotico.htm#esbozo

2. Situación problemática


El discurso informativo concerniente al conflicto entre Uruguay y Argentina por la instalación de fábricas de pasta de celulosa en la cuenca del río Uruguay, difiere entre los medios de comunicación de Gualeguaychú y de Fray Bentos. Esta investigación surge de la observación de que la postura desde la cual los periodistas de los medios fraybentinos elaboran las noticias es favorable a la instalación de fábricas de pasta de celulosa en el río Uruguay y adversa a las manifestaciones de quienes están en contra de la instalación de estas industrias; y que la postura desde la cual elaboran las noticias los medios gualeguaychuenses es contraria a la instalación de pasteras en el río Uruguay y favorable a las manifestaciones en repudio a su instalación.

3. Problema


¿De qué manera se manifiesta la postura desde la cual los periodistas construyen las noticias relacionadas con el conflicto que surgió entre Uruguay y Argentina tras la instalación de fábricas de pasta de celulosa en el río Uruguay?

4. Hipótesis


La postura desde la cual los periodistas construyen las noticias relacionadas con el conflicto entre Uruguay y Argentina, originado tras la instalación de fábricas de pasta de celulosa en el río Uruguay, se pone de manifiesto a través de las huellas del discurso informativo.

5. Objetivo


El objetivo de esta tesina es inferir la postura desde la cual se construyen las noticias relacionadas con el conflicto entre Uruguay y Argentina que se originó tras la instalación de fábricas de pasta de celulosa en la margen oriental del río Uruguay, a través del análisis y la interpretación del discurso informativo del bisemanario “Zona Oeste” de Fray Bentos y del diario “El Día” de Gualeguaychú.

6. Marco teórico

6. 1. El proceso de producción de noticias


Los medios de comunicación son, según Lalinde Posada[1], “el lugar en donde se produce la realidad de las sociedades industriales contemporáneas”; porque la construcción de los discursos por parte de los medios permite, a partir de su enunciación, hacer ver, incluir o excluir, calificar, descalificar o legitimar, confirmar o transformar la visión de mundo[2]. Como afirma Van Dijk, "la mayor parte de nuestro conocimiento social y político, y nuestras opiniones sobre el mundo, proceden de docenas de reportajes, de informaciones que leemos y vemos cada día”[3]. Dentro de este análisis, el lenguaje ocupa un lugar central, porque la forma como se construye socialmente la realidad es asignándole sentido, es decir, nombrándola[4].
En una de sus obras Martínez Albertos[5] sostiene que “para que haya noticia periodística, para que se produzca ese fenómeno social que llamamos periodismo, el primer requisito es que unos emisores-codificadores seleccionen y difundan unos determinados relatos para hacerlos llegar a unos sujetos receptores, que guardan dichos mensajes con la esperanza de hallar en ellos una satisfacción inmediata o diferida, mediante la cual consiguen elaborar un cuadro de referencias personales válido para entender el contexto existencial en el que viven. Convertir un hecho en noticia es una operación básicamente lin­güística, que permite cargar de determinado significado a una secuencia de signos verbales -orales o escritos- y no verbales, es la tarea específica de unos hombres y mujeres que actúan como operadores semánticos: los periodistas”.
Entendido de este modo, el producto periodístico no es un espejo de la realidad y tampoco una mera reproducción de la realidad, sino que contribuye a su construcción o modificación. “El proceso productivo noticioso podría describirse como una cadena que se inicia con los acontecimientos del día -la materia prima- con los cuales el periodista construirá la noticia -proceso de producción- que llegará al público –consumidor”[6]. Todo este proceso se lleva a cabo, principalmente, a través del lenguaje


[1] Lalinde Posada, Ana María, “Las industrias culturales. Comunicación, Identidad e Integración. La noticia: construcción de la realidad". Opción, México. 1992. p. 51.
[2] Velasco, Daniela y Contreras Laura; Las nuevas configuraciones de la protesta social: la toma de la Planta de Repsol YPF en Comodoro Rivadavia. Papeles de Nombre Falso, http://www.nombrefalso.com.ar/index.php p. 47.
[3] Dijk, Teun Van. La noticia como discurso. Comprensión, estructura y producción de la información. Citado en: Foro de Periodismo Argentino, Periodismo de calidad: debates y desafíos. Capítulo II. De la Torre, Lidia y Téramo, María Teresa. Investigación sobre calidad periodística en la Argentina. La Crujía ediciones, Buenos Aires, 2007. p. 51.
[4] Lalinde Posada, Ana María, op. cit., p. 51.
[5] Citado en: Rodrigo Alsina, Miguel. “La Construcción de la noticia”, capítulo II: “La Producción de la Noticia. www.perio.unlp.edu.ar/radio1/linkprincipal/bibliografia/bibliografiaenlaweb/miguelrodrigoalsina.doc
[6] Foro de Periodismo Argentino, Periodismo de calidad: debates y desafíos. Capítulo II. De la Torre, Lidia y Téramo, María Teresa. Investigación sobre calidad periodística en la Argentina. La Crujía ediciones, Buenos Aires, 2007. p. 51.

6. 2. Criterios para la selección de los acontecimientos


Para determinar qué es noticia y qué no, el periodismo se apoya en diferentes jerarquizaciones. En su libro “Periodismo, Noticia y Noticiabilidad”, Stella Martini describe este proceso de la siguiente manera: “La selección y clasificación de los acontecimientos que serán noticia se apoya en los ejes información-sociedad, en términos de necesidades y expectativas, y de reconocimiento-realidad, en términos de verosímiles que constituyen la realidad cotidiana, y tiene que ver con los valores de noticiabilidad de los que se carga en cada situación y en cada medio en particular. Los mass media van a enmarcar los acon­tecimientos y de esta forma van a expresar una valoración del hecho[1]. Sobre este último concepto Miguel Rodrigo Alsina agrega que “en la transmisión de una noticia no sólo se da la información sobre el acontecimiento, sino también la importancia del mismo”[2]. 
La noticiabilidad “está constituida por el conjunto de requisitos que se exige a los acontecimientos, desde el punto de vista de la estructura del trabajo en los aparatos informativos y desde el punto de vista de la profesionalidad de los periodistas, para adquirir la existencia pública de las noticias”[3]. Los valores/noticia son cualidades de los acontecimientos que se utilizan como criterios para seleccionar, entre el material disponible, los elementos dignos de incluirse en el producto final y como líneas para la presentación del material. Los criterios de noticiabilidad responden a la pregunta: ¿Qué acontecimientos son interesantes, significativos, relevantes para ser transformados en noticia?, y la respuesta está estrechamente ligada a la imagen del público que tienen los periodistas, al grado de implicancia que los periodistas creen que el acontecimiento tiene para el público[4]. 
En ese sentido, el criterio con el que coinciden en mayor medida los analistas del newsmaking[5] es el de proximidad desde tres perspectivas: proximidad geográfica, emocional y consecuencia. El criterio de proximidad supone que la implicancia del público se incrementa cuando el acontecimiento es geográficamente próximo y/o cuando el impacto emocional es más fuerte y/o cuando mayor es el número de involucrados o afectados por el acontecimiento (Wolf, 1987; Rodrigo Alsina, 1996; López, 1995; Tuggle, Carr y Huffman, 2001; Bond 1969)[6]. 
Lalinde Posada hace referencia a criterios relativos al producto, los cuales corresponden a la disponibilidad del material. La noticia debe ser un material fácilmente manejable dentro del curso normal de los procesos productivos. Sin embargo, el criterio clave relativo al producto es aquel emanado de la ideología que afirma que las malas noticias siempre son buenas noticias, lo que coloca como noticiable todo aquello que representa una desviación o infracción al curso normal de las cosas.
La disponibilidad del material está ligada al criterio de la competencia, que se fundamenta en el hecho de que cada día hay más medios que producen noticias y de ahí la presión por lograr exclusivas[7]. Pierre Bourdieu[8] sostiene que  la competencia (…) adquiere la forma de una rivalidad temporal por la primicia informativa, por ser el primero (…) Esta especie de presión simultánea que los periodistas ejercen unos sobre otros, tiene una serie de consecuencias que, a su vez, se traducen en elecciones, ausencias y presencias”.
En el conjunto de valores/noticia deben incluirse también las fuentes, que son el origen y fundamento de las noticias. El acceso a fuentes fiables y la equidad que se establezca entre ellas en cada noticia, constituyen un valor noticioso y un factor determinante respecto de la calidad de la información, ya que “la potencia informativa del periódico se pone de manifiesto (…) en el número, la calidad, y el pluralismo de sus fuentes de información” (López: 1995)[9].


[1] Martini, Stella. Periodismo, noticia y noticiabilidad. Grupo editorial Norma. Buenos Aires, 2000. p. 32.
[2] Rodrigo Alsina, Miguel. “La Construcción de la noticia”, capítulo II: “La Producción de la Noticia. www.perio.unlp.edu.ar/radio1/linkprincipal/bibliografia/bibliografiaenlaweb/miguelrodrigoalsina.doc
[3] Wolf, Mauro citado en: Lalinde Posada, Ana María, op. cit., p. 134.
[4] Rodrigo Alsina, Miguel, 1996: 103. Citado en: Foro de Periodismo Argentino, op. cit., p. 53.
[5] Construcción de la noticia.
[6] Foro de Periodismo Argentino, op. cit., p. 53.
[7]Lalinde Posada, Ana María, op. cit. p. 137.
[8] Bourdieu, Pierre. “Sobre la televisión”. Editorial Anagrama S.A., Barcelona, 2000. p. 38.
[9] Foro de Periodismo Argentino, op. cit., p. 53.

6. 3. El producto noticia


En muchos manuales sobre teoría del periodismo la noticia aparece como la construcción de lo que sucedió. Escudero la denomina como la construcción particular del discurso de información que selecciona los sucesos factuales y generalmente públicos, en un mundo posible supuesto como real, bajo un formato gráfico-temático establecido e identificable: tiene un título que presenta el topic o argumento principal a desarrollar; este título puede operar directamente con un preconstruido lingüístico y cognitivo compartido con el lector; los copetes que cumplen una función de sumario y un dispositivo muy estable y repetitivo que encuadra los diferentes temas con una articulación elegida por el periódico en función de su formato[1].
Si se toman en cuenta los valores que rigen la noticiabilidad, la noticia puede ser definida como la construcción periodística de un acontecimiento cuya novedad, imprevisibilidad y efectos futuros sobre la sociedad lo ubican públicamente para su reconocimiento. Van Dijk le agrega la marca de "categoría ambigua", y la explica como "la nueva información tal como la proporcionan los medios y tal como la expresan los informes periodísticos”[2].
La noticia ayuda a constituir la sociedad como fenómeno social compartido, puesto que en el proceso de describir un suceso, define y da forma a ese suceso. La noticia está definiendo y redefiniendo, constitu­yendo y reconstituyendo permanentemente fenómenos sociales[3]. La noticia se convierte así en el marco con el cual las sociedades modernas definen gran parte de su realidad: tiende a definir qué se quiere saber, qué se necesita saber y qué se debe saber acerca del mundo. La responsabilidad de conformar este marco la tienen los medios de comunicación en tanto organizaciones complejas y los informadores en tanto profesionales.
La posibilidad que tiene la noticia de dar forma al conocimiento o de proporcionar un marco de interpretación del mundo, se produce gracias a que ésta tiene la capacidad de impartir a los hechos un carácter público, en tanto transforma meros sucesos en acontecimientos abiertos a la discusión. La noticia tiene la capacidad de coordinar las actividades en el interior de una sociedad compleja en tanto hace disponible información que de otra manera sería inaccesible[4].
Miguel Rodrigo Alsina objeta la definición de “hecho verdadero” que Martínez Albertos da a la noticia, afirmando que la no­ticia no es un hecho sino, más propiamente, la narración de un hecho y que la veracidad de la noticia es un tema absolutamente cuestionable. “Hay noticias falsas, y no por ello dejan de ser noticia. El concepto de noticia no lleva inserto el concepto de verdad”[5].


[1] Escudero Chauvel, Lucrecia, “¿Quién es el autor de las noticias? Acerca del contrato mediático de la información”, Revista Sociedad, nº 11, agosto 1997, Facultad de Ciencias Sociales / UBA.              
[2] Martini, Stella, op. cit., p. 33.
[3] Tuchman, G., 1983. Citado en: Rodrigo Alsina, Miguel. “La Construcción de la noticia”, capítulo II: “La Producción de la Noticia. www.perio.unlp.edu.ar/radio1/linkprincipal/bibliografia/bibliografiaenlaweb/miguelrodrigoalsina.doc
[4] Lalinde Posada, Ana María. op. cit., p. 123.
[5] Rodrigo Alsina, Miguel. “La Construcción de la noticia”, capítulo II: “La Producción de la Noticia. www.perio.unlp.edu.ar/radio1/linkprincipal/bibliografia/bibliografiaenlaweb/miguelrodrigoalsina.doc

6. 4. Huellas en el discurso


Según Eliseo Verón en cada discurso siempre existen dos lecturas posibles: la del proceso de producción -de generación- del discurso, y la del consumo, de recepción de ese mismo discurso[1]. Las condiciones de producción de los discursos dejan huellas en el texto. Estas huellas pueden ser de valoración, de interpretación, ideológicas de quien produce el discurso, hasta huellas relacionadas con las condiciones sociales en las que fue escrito.
Puntualmente, el discurso informativo es, como todo discurso social,  un texto que se compone de diversas materias significantes y abarca una forma de abordarlo que remite a aspectos extratextuales. Leer un texto tomando en cuenta la noción de discurso, significa entenderlo en relación con otros discursos, pues no se termina en sí mismo. Implica descubrirlo como un sistema de operaciones discursivas que atraviesan la clasificación de los niveles sintáctico, semántico y pragmático[2].
Un mismo asunto puede ser presentado a través de estructuras enunciativas muy diferentes que se expresan de diversas formas -palabra oral, palabra escrita, sonidos, imágenes, etc., y en cada caso el enunciador se construye un lugar y posiciona de alguna manera al destinatario. Quien se hace cargo de la enunciación deja huellas en el enunciado y al producir el mensaje presenta su actitud respecto a él[3].
En palabras de Berelson[4], “el periódico puede bien resaltar, bien ignorar el tema o su naturaleza polémica; puede limitarse a una buena información sobre el tema, o bien puede publicar comentarios en el editorial, tocando unos aspectos más que otros; puede tratar el asunto con seriedad o con ligereza; puede apelar a los valores comúnmente aceptados o bien omitir las implicaciones morales del tema”.
En ese sentido Verón distingue dos niveles en el funcionamiento de cualquier discurso: el nivel del enunciado, esto es aquello que se dice y pertenece al orden del contenido; y el nivel de la enunciación que atañe a las modalidades del decir, a la manera de decir el contenido[5].


[1] Verón, Eliseo. La semiosis social” Fragmentos de una teoría de la discursividad. Bs. As.; Gedisa; 1987. Citado en: Zecchetto, Victorino (coordinador); Seis semiólogos en busca de un lector. Editorial La Crujía, Bs. As., 2008. p. 247.
[2] Zecchetto, Victorino (coordinador); Seis semiólogos en busca de un lector. Editorial La Crujía, Bs. As., 2008. pp. 246-247.
[3] Ibidem, p. 263.
[4] Berelson B. Content análisis in comunication research. Free Press, Nueva York, 1952. Citado en: Ander-Egg, Ezequiel, Técnicas de investigación social, Lumen, Buenos Aires, 1995. p. 333.
[5] Zecchetto, Victorino (coordinador), op. cit., p. 262.

6. 5. El papel del público en la construcción de noticias


Los criterios de noticiabilidad, además de utilizarse para seleccionar los acontecimientos que serán convertidos en noticia, operan también “como líneas para la presentación del material”[1]. De manera que la imagen que los periodistas se forman de su público entra en juego tanto en la etapa de selección de los acontecimientos, función específica del gatekeeper[2], como en la construcción de la noticia.
El público es el consumidor, el eslabón final del proceso productivo noticioso, de ahí que la presentación de la noticia tienda a adaptarse a la imagen que se tiene del público.


[1] Lalinde Posada, Ana María, op. cit., p. 134.
[2] El concepto de gatekeeper fue formulado por Kunt Lewin en 1947. Traducido como “seleccionador”, su función está en servir como “zona filtro” de la información. Véase: Lalinde Posada, Ana María, op. cit., p. 130.

6. 5. 1. La relación medio – lector


Entre el discurso del soporte y su público existe un nexo, y ese nexo es la lectura. El conjunto de las estructuras enunciativas que conforman al soporte -relaciones texto/imagen, formas de diagramación y compaginación, características de las imágenes, la estrategia de redacción, etc.-, según Verón constituye el “contrato de lectura que el soporte propone a su lector”[1]. De este modo, el medio no sólo construye noticias sino que también construye una relación con sus lectores.
Umberto Eco [2] habla de lector modelo, sostiene que “un texto, tal como aparece en la superficie o manifestación lingüística, representa una cadena de artificios expresivos que el destinatario debe actualizar. En la medida en que debe ser actualizado, un texto está incompleto, plagado de elementos no dichos, de espacios en blanco, de intersticios que hay que rellenar y que quien lo emitió preveía que se los rellenaría y que los dejó en blanco por dos razones: porque un texto es un mecanismo perezoso que vive de la plusvalía de sentido que el destinatario introduce en él, y porque un texto quiere dejar al lector la iniciativa interpretativa, aunque normalmente desea ser interpretado con un margen suficiente de univocidad”.
Generar un texto significa, según Eco, “aplicar una estrategia que incluye las previsiones de los movimientos del otro. El autor deberá prever un Lector Modelo capaz de cooperar en la actualización textual de la manera prevista por él y de moverse interpretativamente igual que él se ha movido generativamente. Para ello recurre a ciertos medios: la elección de una lengua, de un tipo de enciclopedia, de determinado patrimonio léxico y estilístico, de una competencia enciclopédica específica”.
David Morley lo expresa de la siguiente manera: “Un mensaje no es una simple ventana abierta al mundo, sino que es una construcción (…) posee en su interior mecanismos significativos que promueven ciertos sentidos (y hasta un sentido privilegiado) y suprimen otros: éstos son los cierres directivos codificados en el mensaje”[3].


[1] Verón designa “lectores” a aquellos que llevan a cabo el reconocimiento o consumo de un determinado soporte. Zecchetto Victorino. (coordinador), op. cit., p. 262.
[2] Eco, Umberto. Lector in fabula.  Lumen, Barcelona, 1999. p. 80.
[3] Morley, David. Televisión, audiencias y estudios culturales. Amorrortu editores, Bs. As. 1992. p. 42.

6. 5. 2. En busca de la legitimidad


Greimas se refiere al “contrato mediático” como el tipo de contrato fiduciario “que los medios de información escrita tratan de establecer con sus lectores de modo de hacer aceptar a priori la verdad del relato vehiculado por el medio, pero dejándole a posteriori la posibilidad de verificación”[1].
Una de las formas del contrato mediático de la información es la relación de confianza entre el medio y sus lectores. Dominique Wolton [2] define a esta confianza como la “piedra angular de la legitimidad periodística”, y agrega que “es respaldándose en esa confianza que los periodistas pueden trabajar”. Según Escudero[3], la percepción que el lector se hace de un mundo real o mundo empírico, independientemente del funcionamiento discursivo y de los sistemas cognitivos que ponen en juego los medios, es una trampa. En el mundo periodístico la verdad es siempre discursiva, es el resultado de la coincidencia de los relatos, de la alternancia y del contraste entre las versiones de las desmentidas y las declaraciones, en síntesis, la verdad es un efecto de discurso.
En ese sentido, el discurso informativo produce un efecto de legitimación de su propia enunciación por medio de la utilización de las fuentes. Los diarios se valen de las citas de las fuentes para “asegurar el efecto de verosimilitud y para reforzar el lazo de confianza con el lector”[4].  De manera que, como sostiene Lucrecia Escudero[5], el consumo de la información escrita es posible porque el lector se coloca en una situación fiduciaria según la cual el enunciatario adquiere diferentes grados de credibilidad. Lo que vuelve posible el contrato mediático es una relación centrada en la confianza entre la producción y la recepción del medio informativo.


[1] Escudero Chauvel, Lucrecia, “¿Quién es el autor de las noticias? Acerca del contrato mediático de la información”, Revista Sociedad, nº 11, agosto 1997, Facultad de Ciencias Sociales / UBA.
[2] Wolton Dominique. Pensar la comunicación. Punto de vista para periodistas y políticos. Prometeo Libros. Bs. As. 2007. p. 212.
[3] Escudero Chauvel, Lucrecia op. cit.
[4] Martini, Stella y Gobbi, Jorge. La agenda de los medios y el reconocimiento del público: una propuesta de discusión. Cuadernos de Teoría del Periodismo Nª26. “El debate sobre las agendas periodísticas”, Bs. As, 1997. 
[5] Escudero Chauvel, Lucrecia, op. cit.